28 de febrero de 2012
Punto.
Íbamos manejando por una carretera, aparentemente, infinita. Decidieron que éramos demasiados en el coche y me hicieron bajar. Estaba cansada, no parecía apto mi cuerpo para la parte dolosa de la calle. Esa parte era, aparentemente, infinita, como el camino, como el cansancio, como la idea de morir.
4 de mayo de 2011
Compendio de escritos de la temprana edad (Parte Tres Millones)
Un enorme árbol se encaja entre el campo. Un columpio cuelga de sus ramas. Un poco más allá, el bosque neblinoso oculta figuras difusas.
La niña me dice que por ningún motivo me acerque al marjal-de-la-desesperación. Me toma la mano y bailamos entre girasoles de noche.
Una de las figuras difusas surge del bosque neblinoso. Con cara opaca, nos observa. Lleva una playera blanca y pantalón azul claro, y las manos en los bolsillos. La niña lo invita a unirse a la danza, pero él sólo observa. A ella le intriga esta figura, siente su mirada penetrar, los huesos desquebrajarse. En la piel se puntea la noche, y la figura caraopaca sigue mirando.
--Es hora de partir –me dice la niña.
--No, no me dejes –y lloro a la niña su ausencia.
--No te preocupes. Estaré dentro de ti.
Dicho esto, las lágrimas cesan y digo adiós, ella suelta mi mano y desaparece. Pero la figura caraopaca sigue mirando. Me mira rodeada de girasoles. Me mira cuando avanzo hacia el bosque neblinoso. Llego frente a su cara deforme.
Tu mente empieza a aceptarlo, dice una voz. Sigue. Obedezco. Toco lo que algún día fue una mejilla. Sus ojos son un reflejo de los míos. Hay en ellos añoranza, y el marjal-de-la-desesperación se desliza bajo nuestros pies. Nos miramos sumergidos en él, desesperadamente sumergidos. Y reflejada en el marjal no soy sino otra figura caraopaca.
23 de marzo de 2011
Compendio de escritos de la temprana edad (Parte Dos Millones)
14 de marzo de 2011
Dos puntos
2 de febrero de 2011
Compendio de escritos de la temprana edad (Parte Un Millón)
5 de noviembre de 2010
15 de mayo de 2010
El anemómetro ha dejado de avanzar...
9 de marzo de 2010
La razón ya no cabe en ti, al fin se cumplen tus sueños de entes putrefactos, de malos manejos del ser, de demonios que se alojan en los abismos.
La esperanza se hizo para los ilusos, los instantes que se pierden en la memoria nos vuelven buscadores frustrados de estrellas, moscas de hedionda sustancia.
No hay secretos en la juventud, no hay más que eventualidad, un adiós constante, a la vuelta de la esquina, no hay más que cuerpos derretidos en la acera.
27 de enero de 2010
Deberíamos dejar de justificar nuestras acciones y existencia, dejar de inventar historias para no sentirnos flotando en el vacío.
Sólo eso tenemos, sólo eso nos queda.
23 de octubre de 2009
25 de agosto de 2009
12 de julio de 2009
14 de mayo de 2009
Había animales que parecían cocodrilos pero no eran cocodrilos
24 de febrero de 2009

29 de enero de 2008
Quiero encontrar viento, estelas, espirales, nubes, quimeras, heliotropos, lluvia, zapatos rojos... Pero... ¿para que buscarlo? Lo necesito, así como necesito el vacío, pero el vacío no se busca, el llega a ti, y al parecer nunca se va, se queda y te consume lentamente...
El dilema es el mismo, la dificultad para encontrar un equilibrio entre la "fantasía" y la "realidad"; me he decidido mil veces por la "fantasía" pero me aterra traspasar el delgado borde entre la locura utópica y la nociva; vivir con un sueño, soñar con una vida... no lo sé
¿Cómo determinar el momento de la metamorfosis? ¿Como ganar la batalla contra ti mismo?
¿De que me sirven los ojos, si soy ciega? No necesito este áptero cuerpo.