• RSS
Mostrando entradas con la etiqueta Metamorfosis Efímera. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Metamorfosis Efímera. Mostrar todas las entradas

2 de febrero de 2011

Compendio de escritos de la temprana edad (Parte Un Millón)

I
Lágrimas que se esconden en las carcajadas del día, llanto de ilusiones que brota de la parte más árida de mi cuerpo ardiente. La rareza crepuscular de los símbolos que no pueden salvarme. Una sombra en el espejo de lo que fui o quise ser. Los días han quedado perdidos, los amores sumergidos y las esperanzas tiradas por la tubería. Tristemente imagino las sonrisas que recorrieron mi habitación, las tardes lluviosas de mi niñez, el movimiento rítmico de las hojas, el sabor profundo del café, la casa de dos aguas donde mi abuela siempre deseó vivir, aquel lugar donde quedaron encerradas nuestras imaginaciones.

II
La inspiración se ha ido, queda ahora una bolsa de ilusiones rotas. Empieza el viaje que me lleva al final del camino donde encontraré el verdadero significado de "despegar el vuelo", seré la energía que mueve a las criaturas aladas, me convertiré en brisa fresca moviendo las ramas de los árboles. Pronto llegará el día, pero primero debo cruzar la interminable brecha del nosotros, dejar de succionar la sangre que segregas por los poros, de saquear tu esencia para no dejarte vacío, de salir corriendo entre las sombras y terminar el ciclo de lastimar y ser lastimado.

III
En dónde ha quedado mi sueño de invierno, en qué lugar de mi memoria te has perdido, creí haberte dejado en el callejón donde aquella noche se fundieron las quimeras de nuestra seudomnesia. Un shock erótico carnal, sibarita sideral, un show sicalíptico. Mutismo ocasional, sólo resopla la ausencia de tu esperma, la escasa luz de tu mirar y el sabor de tu sangre fermentada. Tal vez algún día te encuentre en aquella acrópolis lejana, tan aéreo como siempre, donde aún nos queda ese vago recuerdo que se desvanece. No te pierdas dejándome en este hastío y borra todo vestigio de dolor.

IV
... después de eso todo fue silencio y el lugar donde habitaba quedó desierto...
Sólo era un cuarto vacío en el que una vieja silla trataba de evitar el eco de una voz que no paraba de gritar; una tubería descompuesta, una cerradura oxidada, una esperanza muerta, era lo único que quedaba. Las paredes se pintaban de sangre al morir el sol, la luz se colaba por la gran ventana reflejando la nostalgia de un amor perdido entre sábanas. La pared de un edificio gris se observaba en frente de la gran ventana y a la izquierda un rincón oscuro repleto de desperdicios de comida y un animal muerto, cuyo hediondo olor impregnaba la habitación.
Una lágrima corría por su mejilla, ella se encontraba sentada abrazando sus rodillas, observando la pared blanca que parecía ser su única compañera. Un camisón cubría la desnudez de su cuerpo de aquel frío espectral que la recorría causando escalofríos en su espalda.

V
Marianna, mi querida Marianna, hace ya años que mis letras dejaron de funcionar, son ahora insectos destripados en la cara de los adultos. Marianna, querida mía, vamos lentamente por la vereda mientras me miras cantar aquellas canciones que no te gustan, ¿sabes por qué no te gustan? Es por que tú, Marianna, escuchas con los ojos.

5 de noviembre de 2009

Ha llegado el momento de huir.

30 de julio de 2009

18 de febrero de 2009

29 de agosto de 2007

A Lilith:

Sentada en la oscuridad
La mujer de los mil enigmas
La que un día se arranco los ojos
Y se los dio a los cuervos
La mujer serpiente, la mujer vampiro
Recuerda la vez que… por brujas nos quemaron
Lilith llena de sombras y misterios
Tú, que naciste de la última gota
de sangre de un succubus
Tú, bailando con los demonios en el crepúsculo
Te escapas entre las sombras
En unión simbiótica con la noche
Hundida en el sepulcro de las flores
Lilith, la mujer con la mirada de ocaso.

A Marianna:

Que nuestros demonios sigan bailando
Porque te busco y no te encuentro
Porque estas y no te veo…

Marianna llena de nebulosas
Marianna tejedora de letras
Marianna el día, Marianna la noche
Marianna llena de magia y encanto
Marianna bailando con la lluvia
Marianna de ojos grandes y expresivos
Marianna para el desayuno, Marianna para la cena
Marianna… mujer donde habitan las aves
Marianna llena de sombras, colores… contrastes
Marianna tiene la cabeza llena de semillas
Marianna gritando en mi cabeza
Marianna soñando en mi vientre
Marianna… la poetisa, la niña, la mujer,
la hechicera, la diosa, la loca, la perversa,
la bastarda, la intelectual, la calavera…
Marianna… la brisa, la lluvia, la noche, la hoja, el árbol…
Marianna con forma de nube.