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9 de abril de 2012

Acabo de llegar a la ciudad. No fuí a mi primer examen. Pienso en las inmensas ganas que tengo de aventarme a un precipicio.

28 de febrero de 2012

Punto.

No puedo dormir, no puedo vivir. Nunca me capacitaron para la muerte.
Íbamos manejando por una carretera, aparentemente, infinita. Decidieron que éramos demasiados en el coche y me hicieron bajar. Estaba cansada, no parecía apto mi cuerpo para la parte dolosa de la calle. Esa parte era, aparentemente, infinita, como el camino, como el cansancio, como la idea de morir.

20 de octubre de 2011

Abrí la puerta. Todo se encontraba tal y como lo había dejado antes de salir: el televisor encendido, la suciedad del piso que llevaba semanas sin barrer, las manchas de grasa en la cocina, los platos sucios en el lavabo, el basurero lleno de moscas, el refrigerador expulsando un extraño fluido viscoso, carne pudriéndose en un sartén, las paredes mohosas y todas esas cosas desagradables que se ven cuando uno vive solo y es desinteresado. Aventé la mochila y me dirigí al baño. Llevaba días sin defecar. Sentía que no podía más con tanta presión en el abdomen. Gotas de sudor resbalaron por mi rostro debido al esfuerzo. Un ardor punzante en el culo y el hediondo olor a mierda indicaron que mi tan esperado alivio había llegado. Salí del baño dejando la puerta abierta para que el olor saliera. Mala idea. Se esparció por todo el departamento. No me lavé las manos, me pareció innecesario. Decidí entrar a mi habitación a dormir un rato. Estaba cansado de la larga jornada de trabajo, de soportar al típico jefe intolerante y a los compañeros simplones, de fingir ante los clientes que lo que hago es interesante y blablablá.

Abrí la puerta. Nada se encontraba como lo había dejado, todos los objetos se estaban en lugares diferentes; todo parecía nuevo, recién comprado, incluso tenía ese olor característico, todo se veía limpio, la loseta, las paredes, como en esos comerciales de Fabuloso donde la casa está reluciente y los habitantes bailan de felicidad. Yo no bailé de felicidad. No entendía lo que sucedía; por último miré la cama. Había en ella un individuo sentado, unos 27 años, estatura media, cabello negro rizado, ojos color… ojos… El tipo no tenía ojos, sólo un espacio vacío, dos agujeros negros, sonreía… Sonreía y sentí como si clavara la ausencia de su mirada en mí; quisiera decir que un escalofrío me recorrió pero no sentí nada más que curiosidad. Quería meter mis dedos en sus cuencas oculares, quería tocar su rostro que, por alguna razón, se parecía tanto al mío. Usaba la misma ropa que yo, sólo que la suya se veía recién lavada y planchada. Parecía salido de una fotografía de esas que vienen en los portarretratos. Pobre tipo, pensé, si yo me viera así no sonreiría tanto. Me acerqué a él lentamente, temía alterar la perfecta estabilidad de la habitación. Él seguía mis movimientos con su cabeza, como si fuese capaz de observarme. Me senté a su lado, las yemas de mis dedos rozaron su (mi) rostro y, como si tuviera pintura en ellos, quedaron marcadas mis huellas dactilares en su mejilla. Él no reaccionó. Estaba impávido. Seguí tocándolo hasta que su rostro se convirtió en una extensión del vacío de sus ojos. Aún sonreía. Era imposible modificar esa mueca irónica, se burlaba de mí. Un extraño impulso me llevó a abrazarlo. Lo abracé tan fuerte que su ropa quedó arrugada. Lo recosté en la cama y me acomodé a su lado. Perdido estaba en cavilaciones acerca del origen del extraño individuo tan parecido a mí al que ahora me aferraba de manera violenta cuando escuché ruidos en la cocina, alguien había entrado y se dirigía a mi habitación.

23 de marzo de 2011

Compendio de escritos de la temprana edad (Parte Dos Millones)

VI
Cada noche siento a la muerte rodear mi cama buscando la oportunidad de llevarme consigo. Cada noche una lucha constante con los fantasmas del hoy. Estas noches mías tan estrambóticas, tan llenas de soledad, desvaríos, suspiros, lágrimas interminables y acero perforando la piel. Noches punzantes de diosas perdidas, cánticos de antaño, nervios destrozados, lunas negras y todo rodeado de sombras. Ahora amanece, la muerte se ha marchado.

VII
Mordiendo mis pies he decidido buscarte entre los pelos de gato que dejaste en el sofá.

VIII
Las cosas empezaron a difuminarse y a expandirse, el cuerpo y cerebro se atrofiaban; un gran silencio invadió la habitación, un frío soplo traía consigo como mágicas visiones a dos extraños seres boreales rodeados de luces rojas y amarillas, tan hermosos, tan perfectos, tan estúpidos e inútiles. “¿Qué me ven?” gritaba desesperada, pero parecían no escuchar, sólo veían con sus enormes, negros y deformes ojos.

IX
Caminando entre los cuerpos inertes que la pequeña matanza había dejado, sentí una terrible excitación al mirar la sangre deslizándose sobre la pálida piel de una mujer desnuda, al percatarme que nadie me observaba me acerque cautelosamente y comencé a palpar poco a poco cada parte de su suave piel, la sensación resulto ser tan extasiante que no pude detener el impulso y rocé mis genitales con su cuerpo, los frote por su cara bajando por su cuello hacia sus blancos y redondos pechos hasta llegar a su tibio sexo, ultrajándola una y otra vez, lamiendo la sangre que corría por su vientre como si yo fuese una criatura de la noche, devorando a su presa, y con una sed que jamás sería saciada.

X
Siempre hay algo que escribir, sólo que, a veces faltan palabras para hacerlo o imaginación, a algunos les faltan sueños pero, te puedo decir, que a mi me faltan dedos, me falta vida.


Eventualmente se darán cuenta de lo horrible que soy.

14 de marzo de 2011

Dos puntos

Porque siempre me ha gustado la soledad voy a matar.
La columna vertebral se quiebra ante en el temblor constante de lo terrible.
Me encuentro sentada sobre una pantalla resplandeciente de umbra, como un fiambre me miro abyecto dispuesto a ser odiado, dispuesto a transponer mi ser a las esquinas y, tal vez mañana, tal vez ayer, tal vez nunca, no sepa qué decir.

2 de febrero de 2011

Compendio de escritos de la temprana edad (Parte Un Millón)

I
Lágrimas que se esconden en las carcajadas del día, llanto de ilusiones que brota de la parte más árida de mi cuerpo ardiente. La rareza crepuscular de los símbolos que no pueden salvarme. Una sombra en el espejo de lo que fui o quise ser. Los días han quedado perdidos, los amores sumergidos y las esperanzas tiradas por la tubería. Tristemente imagino las sonrisas que recorrieron mi habitación, las tardes lluviosas de mi niñez, el movimiento rítmico de las hojas, el sabor profundo del café, la casa de dos aguas donde mi abuela siempre deseó vivir, aquel lugar donde quedaron encerradas nuestras imaginaciones.

II
La inspiración se ha ido, queda ahora una bolsa de ilusiones rotas. Empieza el viaje que me lleva al final del camino donde encontraré el verdadero significado de "despegar el vuelo", seré la energía que mueve a las criaturas aladas, me convertiré en brisa fresca moviendo las ramas de los árboles. Pronto llegará el día, pero primero debo cruzar la interminable brecha del nosotros, dejar de succionar la sangre que segregas por los poros, de saquear tu esencia para no dejarte vacío, de salir corriendo entre las sombras y terminar el ciclo de lastimar y ser lastimado.

III
En dónde ha quedado mi sueño de invierno, en qué lugar de mi memoria te has perdido, creí haberte dejado en el callejón donde aquella noche se fundieron las quimeras de nuestra seudomnesia. Un shock erótico carnal, sibarita sideral, un show sicalíptico. Mutismo ocasional, sólo resopla la ausencia de tu esperma, la escasa luz de tu mirar y el sabor de tu sangre fermentada. Tal vez algún día te encuentre en aquella acrópolis lejana, tan aéreo como siempre, donde aún nos queda ese vago recuerdo que se desvanece. No te pierdas dejándome en este hastío y borra todo vestigio de dolor.

IV
... después de eso todo fue silencio y el lugar donde habitaba quedó desierto...
Sólo era un cuarto vacío en el que una vieja silla trataba de evitar el eco de una voz que no paraba de gritar; una tubería descompuesta, una cerradura oxidada, una esperanza muerta, era lo único que quedaba. Las paredes se pintaban de sangre al morir el sol, la luz se colaba por la gran ventana reflejando la nostalgia de un amor perdido entre sábanas. La pared de un edificio gris se observaba en frente de la gran ventana y a la izquierda un rincón oscuro repleto de desperdicios de comida y un animal muerto, cuyo hediondo olor impregnaba la habitación.
Una lágrima corría por su mejilla, ella se encontraba sentada abrazando sus rodillas, observando la pared blanca que parecía ser su única compañera. Un camisón cubría la desnudez de su cuerpo de aquel frío espectral que la recorría causando escalofríos en su espalda.

V
Marianna, mi querida Marianna, hace ya años que mis letras dejaron de funcionar, son ahora insectos destripados en la cara de los adultos. Marianna, querida mía, vamos lentamente por la vereda mientras me miras cantar aquellas canciones que no te gustan, ¿sabes por qué no te gustan? Es por que tú, Marianna, escuchas con los ojos.

5 de mayo de 2010

El Cosmos es Vómito de Fluido Gástrico

Voy a pensar tan fuerte que haré a los árboles llorar, el sentido de las cosas se ha desgastado al punto que sólo nos queda un poema escatológico para las tardes de sol.
Estoy poseida y quiero escribir.

24 de noviembre de 2009

1. Mi té negro se llenó de hormigas

Leía "cierto" blog y escuchaba "cierta" música que me hizo sentir bastante extraña y me condujo a esos momentos jodones en lo que dan ganas de poner las cartas sobre la mesa (como tantas otras veces) y llorar histéricamente con los resultados.
Pero resulta que ya no quedan cartas, se han ido perdiendo poco a poco hasta quedar con una baraja de ausencia.
Y te das cuenta que llorar es estúpido pero no puedes evitarlo, no sirve ni como catarsis.
Pareciera que el alma está enferma (si es que existe), parece que enloquecerás e intentas evitarlo viendo películas estúpidas y sinsentido, haciendo cosas estúpidas y sinsentido, siendo una persona estúpida y sinsentido. Votas todo a la fregada (como si fuera tan fácil) y te enfrascas en una autorelación destructiva, sólo te necesitas solo te sientes.
Te sientes tan seca, usando metáforas gastadas, caminado con los pies tan viejos.
(¿Podrías dispararle a alguien y no te importaría?)
La sangre no expía los pecados, el frío no se lleva el recuerdo, el sudor no es sinónimo de pasión; todos son cuentos viejos, gastados, letras sin contenido alguno y un sonido de humanidad.
Fumas junto a la ventana, pero no puedes perderte con el humo (ya no), es el humo es que se pierde en ti dejando tu cuerpo cenizo a merced del viento.
(¿Te sirve de algo la sinceridad?)
Sabotea la casa de enfrente, trae los chocolates deseados, el pay de queso, el café caliente. Ve por la noción que te hace falta, recupera las culpas perdidas y deja todo aquello que creas necesitar.
(¿Te sirve de algo el conocimiento?)
El error te conduce al vació, no, también los aciertos.
Tener miedo "suaviza" las caídas, tener miedo es enviciante.
Ningún símbolo te librará.

5 de noviembre de 2009

Ha llegado el momento de huir.

27 de septiembre de 2009

Solo, soy un abombado más.

Sólo soy un abombado más.

25 de agosto de 2009

Y esta noche me invade la nostalgia
una polilla muerta me espera al pie de la escalera
Y tengo miedo
Mis facciones se deshielan
una mujer desnuda reposa en mi regazo
Y tengo miedo

14 de mayo de 2009

Había animales que parecían cocodrilos pero no eran cocodrilos

Tuve un sueño muy extraño de unos árboles hechos de burbujas que al reventar olían a menta y volvían a crecer, bueno a inflarse, y se reventaban otra vez pero ahora no sólo olían a menta, también salpicaban colores fluoresentes... Era genial!!
Ayer quise escribirlo pero a la hora que me disponía a hacerlo se me ocurrió la maravillosa idea de instalar un antivirus a mi computador (después de dos años sin uno) no debí hacerlo, estuve como dos horas cerrando letreros de "se ha detectado una amenaza de virus, qué desea que haga bla bla bla bla" Acabé hartándome y apagando todo a la mala...
Después estaba muy cansada para continuar escribiendo el sueño así que fui a dormir pero como tengo insomnio mejor pensé en aquello que Calavera me dice siempre "todas las cosas se parecen a su dueño"
Sí, mi usb se aferra a todos los puertos a los que se conecta, el computador, aparte de tener 86mil millones de virus (debido a que no le gusta vacunarse) es un tanto esquizofrénico-paranoico, el monitor se deprime y duerme cuando más lo necesitas, el celular esta bien un momento y luego se apaga y se prende sin razón aparente, mi ropa (y mi habitación en general) parecen limpias pero en realidad están bastante sucias y te percatas de ello hasta que buscas el cargador del celular (pensando que la falta de batería es la causante de que se prenda y apague), te das cuenta cuando mueves el cable del monitor (creyendo que quizá así despierte) y terminas estornudando llena de polvo...
En fin... Le conté a mi psicóloga mi sueño y me preguntó si me drogaba, como el incienso no cuenta respondí que no, entonces dijo tienes sueños muy bonitos y cambió el tema.
Me gusta pensar que en verdad lo cree y no que lo dijo sólo por cortesía.
El punto es que nunca pude escribir mi sueño y se me olvidó la mayoría, ahora sólo recuerdo los árboles de burbujas pero estoy segura que había más cosas y todo por culpa de ese maldito antivirus, mi computador estaba muy bien antes de el... bueno, quizás no, pero todo apunta a que al no saber que estaba enfermo no demostraba ningún síntoma, debí dejarlo en la ignorancia.
Hoy también tengo insomnio y sólo para probar algo nuevo (eso creo PND) me dieron ganas de escribir algo largo, aburrido y autorreferencial. Esto no me ha ayudado a dormir, tampoco me quita el dolor de cabeza ni me ayudó a recordar el sueño, pero al menos hace más llevadera la pelea contra los virus mutantes del computador y como ya no sé que más escribir me voy.

5 de mayo de 2009

Regresa el insomnio y las tardes lluviosas. Regresan los años de no hacer. Vienes y me dices que las cosas han dejado de crecer, que las ventanas ya no sangran y que en las noches ya no lloras. Vienes y me dices que todo es diferente, que pequeños fantasmas han dejado de susurrarte desvelos al oído. Huyes mirando tú reflejo, manchando con tus manos las paredes.
Sí, estás perdida y nadie irá por ti.

2 de marzo de 2009

Hasta el momento pretender ser feliz ha resultado de maravila pero...
¿qué pasa en noches como esta?
¿qué pasa cuándo me quedo sola y me doy cuenta de la falta que me haces?
¿qué pasa amor mío, puedes decirlo?
No, porque no sabes absolutamente nada.

24 de febrero de 2009

¿Qué es ese extraño sonido?
Me matas (me dejo llevar)
Escucho tus pasos a lo lejos...


No sé que más decirte, no sé que más hacer.

Regresas a mi de manera tan imprevista y luego te vas.

Te vas de mi de manera tan imprevista y luego regresas.

Ven y bésame la espalda, ven y hazme estremecer, ven con tus cantos y desvelos.

Deja de cruzar el cable de alta tensión.

Sabes que quieres venir, siempre has sabido que 11 años no son suficientes para ti.

Ven y acaríciame el cuello, sabes que mi sangre es tuya.

Estoy aquí esta noche, te espero.


18 de febrero de 2009

Creo que debería escribir más, creo...

19 de enero de 2009

Esta noche tiende al dramatismo....
Esta soy yo, caminando por las calles sucias, tragando llanto, sorbiendo polvo...
Esta soy yo, perdida...
llegamos tarde

16 de enero de 2009

What are your chances of surviving a 100 foot fall?

13 de enero de 2009

I took a decision


I'm determined