No puedo dormir, no puedo vivir. Nunca me capacitaron para la muerte.
Íbamos manejando por una carretera, aparentemente, infinita. Decidieron que éramos demasiados en el coche y me hicieron bajar. Estaba cansada, no parecía apto mi cuerpo para la parte dolosa de la calle. Esa parte era, aparentemente, infinita, como el camino, como el cansancio, como la idea de morir.
0 nebulosas:
Publicar un comentario